De las alturas, de las nuevas pieles y de habitar lo soñado.

Algunos de vosotros ya lo sabéis, pero para los que no, os abro este secreto. Yo de pequeña estaba hecha de mantequilla y algodón de azúcar, contaban las veces que lloraba al día y no eran pocas, soñaba mucho, dormida y despierta, contaba a tres antes de decir algo y luego no hallaba el valor […]

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