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Yoga con Cris

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Feb 23 2014

Asteya. El tercer Yama.

asteya yoga con cris

Asteya, el tercero de los Yamas, generalmente se traduce como No Robar. Puede que alguno piense: «¿No Robar? Genial, por fin algo fácil.» En realidad, Asteya esconde una forma revolucionaria de relacionarse con el mundo.

Para poder profundizar en este Yama, me hice la siguiente pregunta: ¿Qué es exactamente robar? Bien, entiendo que robar es, en esencia, tomar como propio lo que no nos pertenece sin reponerlo o dar algo a cambio. Así que en realidad, malgastar recursos que no podemos reponer, dejar el grifo abierto, contaminar el planeta, dejar las luces encendidas o gastar más de lo que necesitamos estaría dentro del concepto de Asteya ya que robamos recursos y vida al propio planeta.

[Leer más…] acerca deAsteya. El tercer Yama.

Written by Cris Aramburo · Categorized: Blog, Filosofía del Yoga, Historia y Filosofia, Historia y Filosofía del Yoga, Origen · Tagged: Ashtanga, asteya, Brilla, EIght Limbs, Generosidad, Madrid, No robar, Ocho pasos, Patanjali, Somos uno, Yamas, Yoga, Yoga con Cris

Feb 03 2014

Satya: El segundo Yama

Satya: Verdad o Honradez
Satya: Verdad o Honradez

Cuando empecé a estudiar los Yamas entendí que todo está relacionado. Entendí que la manera en que se ordenan tiene un sentido profundo. No es aleatorio.

El segundo Yama es Satya y lo podemos traducir como verdad o honradez. Ahimsa y Satya están tan íntimamente unidos que el hecho de que ambos existan hacen del otro algo mucho mejor. Ahimsa (no violencia) se nutre de Satya (verdad) para no convertirse en algo falso. Satya se nutre de Ahimsa para no ser una bala innecesaria. [Leer más…] acerca deSatya: El segundo Yama

Written by Cris Aramburo · Categorized: Blog, Filosofía del Yoga, Historia y Filosofia, Historia y Filosofía del Yoga, Origen · Tagged: Ashtanga, autentico, EIght Limbs, honradez, Madrid, Ocho pasos, Satya, segundo, sinceridad, verdad, Yama, Yoga, yoga concris

Ene 20 2014

Ahimsa: El primer Yama

El primer Yama, Ahimsa, se traduce habitualmente como No Violencia. Es claro y directo: Hacer el bien y no causar daño alguno. Simple, ¿no? Pero ¿Es en realidad tan fácil?

Ahimsa
Ahimsa

A primera vista la mayoría podríamos asegurar que cumplimos Ahimsa. Nunca hemos matado a nadie ni pensamos hacerlo, intentamos ser buenas personas, pensar en los demás y en las personas que tienen dificultades, cuidamos a los que tenemos cerca, tal vez participamos en programas de voluntariado de manera regular o puede que de vez en cuando colaboremos en campañas de ayuda al tercer o cuarto mundo. Pero como dice Beryl Bender Birch, “Hace falta mucho más para llegar a la no-violencia que todo esto y para profundizar completamente en el concepto hace falta sin duda, mucha reflexión.”

Estamos aquí para explorar, aprender y conocer, así que adentrémonos sin miedo en este concepto a ver hasta dónde podemos llegar.

Según R. Jaganath, si hablamos de Ahimsa hablamos de “no causar daño conscientemente a seres humanos, animales u objetos inanimados por medio de nuestros pensamientos, nuestras palabras o nuestras acciones. Ahimsa, como la mayoría de los preceptos morales y éticos, nos desafía a mantener nuestras creencias y nuestras acciones en consonancia.”

Así, si el primer Yama nos habla de no causar daño, ¿qué hay de comer animales? Este Yama es la razón habitual por la que los yoguis no lo hacen, pero ¿qué hay de usar productos animales o de consumir productos que son testados en animales? ¿Qué pasa con los alimentos que proceden de países tan lejanos que el transporte necesario y los costes de exportación hace que bajen tanto los precios que los trabajadores y agricultores no vean su trabajo justamente remunerado?

¿Qué hay de consumir productos que en su elaboración contaminan ríos y lagos de tal manera que están dejando a poblaciones sin agua potable y contaminando el planeta? ¿Qué pasaría si dejáramos de consumir tanto plástico o aluminio y lo cambiáramos por recipientes más resistentes y perdurables?

¿Qué hay de vestir ropa fabricada en condiciones infrahumanas? ¿Qué hay de consumir más de lo que realmente necesitas?

¿Qué hay de invertir dinero en entidades bancarias que apoyan indirectamente a la producción de armas, a campañas electorales o partidos políticos que secundan regímenes corruptos tanto en nuestros países como en otros? ¿En qué afecta al mundo que decidas comprar una tableta de chocolate de cierta marca, en cierto supermercado?

Sin duda, bucear en el primero de los Yamas puede ser abrumador pero son este tipo de preguntas las que Ahimsa hace que nos planteemos. Ahimsa nos invita a pensar que cada uno de nuestros actos tiene una repercusión, que la busquemos y que podamos ver si genera bienestar o daño alguno.

Y así podemos seguir profundizando. ¿Estás dedicando tiempo a hablar y a escuchar a tus padres, tus hijos, tu pareja, tus amigos o la gente que te rodea? ¿Qué calidad de tiempo les proporcionas? ¿Estás presente en cada momento que pasas con ellos? ¿Has dejado ya de criticar a otros o sigues cayendo a veces en las interminables conversaciones negativas sobre los demás?

¿Y qué hay de la calidad de tiempo que te dedicas a ti mismo, de las críticas y juicios que te haces? ¿Cómo estás permitiendo que los demás te traten o te afecten? ¿Tus pensamientos te ayudan, te sirven y te hacen crecer?

Responder a este tipo de preguntas y hallar el equilibrio para vivir acorde a este primer Yama depende de cada uno. Es posible que haya gente que decida no comer carne pero vista zapatos de piel y eso tampoco concordaría al 100% con Ahimsa. O personas que sean responsables con el medio ambiente y con el trato a los animales y que decidan comer carne pero sólo de aquellos animales que han tenido una vida saludable, al aire libre y alimentados de manera natural.

Así, Ahimsa depende de las preguntas, reflexiones y respuestas que cada uno esté dispuesto a dar. Por lo tanto no tiene verdadero sentido si no contamos con humildad. Ésta es necesaria para poder plantearnos todas estas preguntas y responderlas con sinceridad. No tenemos a nadie a quien engañar ni a nadie a quien rendir cuentas. Ahimsa es algo tan íntimo y personal que sólo depende de nosotros y del grado en el que queramos asumirla.

Es posible que sea prácticamente imposible vivir Ahimsa al 100% pero si no nos planteamos nada más, si pasamos por esta vida sin reflexionar sinceramente sobre nuestros actos y no solo sobre la responsabilidad que tenemos sobre ellos sino también en la repercusión que éstos tienen en el mundo que nos rodea. Si no trabajamos por ser más y más conscientes, por cambiar de a poco lo que creemos que podemos cambiar y por aceptar y abrazar las cosas que no podemos cambiar, sin duda seguiremos viviendo, seremos más o menos felices, viviremos más o menos plenamente, eso ya, dependerá de cada uno.

Recuerdo la primera vez que oí hablar sobre Ahimsa. El primer sentimiento que me abordó casi a la par que la saturación y la impotencia fue algo parecido a la culpa. Me sentí mal por estar pasando por alto tantas cosas. Sin duda he aprendido que ese no es el objetivo. La intención de Ahimsa, al igual que el resto de Yamas y Niyamas que iremos viendo no son que te sientas mal y te vengas abajo si no que veas que es posible hacer algo al respecto. Que hay mucho por aprender y por andar y que todos, TODOS, estamos en el mismo camino.

Siempre digo que el camino del Yoga y la práctica de éste claramente tiene que ver con la práctica física pero como podéis ver es algo muchísimo más grande.

Todo esto supone un desafío pero podemos decir que la práctica física del Yoga y de las Asanas trabajan de manera parecida sobre nosotros. Estoy segura de que puedes recordar fácilmente qué Asanas te han supuesto un reto, esas que al verlas practicadas por otras personas y al empezar a practicarlas tú mismo te han abrumado. Estoy segura de que puedes decirme cuantas veces una Asana te ha parecido imposible, te ha dado miedo, has creído tenerla dominada y luego has tenido que volver a empezar y de la misma manera, estoy segura de que algunas, te han provocado agujetas en ciertas partes del cuerpo. Si puedes recordar todo eso, seguro que también puedes recordar que cuando el cuerpo se adapta, cuando construyes fuerza y elasticidad suficientes, cuando superas el miedo, cuando asumes el reto y aceptas el camino, consigues la postura.

Así, Ahimsa nos invita a plantearnos nuestras acciones tanto a nivel profundo como sutil y a buscar las respuestas de lo que Ahimsa significa para nosotros.

Written by Cris Aramburo · Categorized: Blog, Filosofía del Yoga, Historia y Filosofia, Historia y Filosofía del Yoga, Origen · Tagged: Ahimsa, Ashtanga, EIght Limbs, No Violencia, Ocho pasos, Yamas, Yoga, Yoga con Cris

Nov 29 2013

Sobre la magia y hacerla realidad.

Acabo de leer esto y me ha emocionado tanto que quiero compartirlo con vosotros. Ocurrió en algún lugar de Estados Unidos, la mamá lo redacta y me tomé la libertad de traducirlo. Léelo con calma y déjate emocionar.

abbey

» Nuestra perrita de catorce años de edad, Abbey, murió el mes pasado. El día después de su muerte, mi hija de cuatro años, Meredith no paraba de llorar y de decir todo lo que echaba de menos a Abbey. Me preguntó si podía escribir una carta a Dios para que cuando Abbey llegara al cielo, Dios la reconociera. Le dije que creía que podíamos escribir la carta y ella me dictó las siguientes palabras:

Querido Dios,

Por favor, ¿podrás cuidar de mi perrita? Murió ayer y está contigo en el cielo. La echo mucho de menos. Estoy muy contenta de que me dejaras tenerla como mascota incluso cuando enfermó. Espero que juegues con ella. Le gusta nadar y jugar con pelotas. Te mando una fotografía de ella así, cuando la veas sabrás quien es. La echo mucho de menos.

Con amor, Meredith.

Pusimos la carta en un sobre con la fotografía de Abbey y Meredith y escribimos la dirección: A Dios, En el Cielo. Escribimos nuestra dirección en el remitente, y luego Meredith pegó varios sellos en la parte frontal del sobre porque, como dijo, hacían falta muchos sellos para que la carta llegara directa al Cielo. Esa misma tarde dejó la carta en el buzón de la oficina de correos. Unos días después me preguntó si Dios había recibido la carta. Le contesté que creía que sí.

Ayer, había un paquete envuelto con papel dorado en las escaleras de nuestro porche, y con una caligrafía desconocida ponía: «A Meredith». Meredith abrió el paquete. Dentro había un libro de Mr. Rogers llamado «Cuando muere una mascota». En la portada del libro y pegado con celo estaba la carta que habíamos escrito a Dios. En la otra página estaba la fotografía de Abbey y Meredith y esta nota:

Querida Meredith,

Abbey llegó bien al cielo. Tener la fotografía ha sido de gran ayuda para reconocerla enseguida. Abbey ya no está enferma. Su espíritu está aquí conmigo igual que está en tu corazón. A Abbey le encantó ser tu perrita. Como en el cielo no necesitamos nuestros cuerpos, no tengo bolsillos donde guardar tu fotografía así que te la mando dentro de este pequeño libro para que la guardes y la tengas siempre que quieras recordar a Abbey. 

Gracias por tu preciosa carta y gracias a tu mamá por ayudarte a escribirla y enviármela. Tienes una madre maravillosa. La escogí especialmente para ti. Cada día me acuerdo de ti y de lo mucho que os quiero. 

¡Ah! Soy fácil de encontrar, estoy en todos los sitios en los que hay amor.

Con Amor, Dios.»

[Leer más…] acerca deSobre la magia y hacerla realidad.

Written by Cris Aramburo · Categorized: Blog, Percepción · Tagged: abbey, amor, crear, crecer, fuera de la esterilla, gracias, humanidad, magia, maravilloso, meredith, mundo, realidad, soñar, sueños, volar, Yoga, Yogaconcris

Sep 18 2013

Todo lo que necesitas para ir a clase

A continuación tienes una lista de todo lo que necesitas saber antes de venir a clase. Qué traer y cómo hacer para que tanto tu práctica como la del resto de alumnos sea cómoda y agradable.

Antes de venir a clase

Comer y beber: Es mejor tener el estómago vacío o ligero antes de entrar en clase. Después de comer, dale unas dos horas a tu cuerpo para digerir los alimentos. Si has comido algo  ligero, dale una hora. Puede que necesites beber agua durante la clase, pero puede que te sientas mejor si lo haces antes de clase.

Qué vestir: Lleva ropa cómoda, elástica y que no sea demasiado ancha. Antes de decidir lo que vas a llevar puesto mira cómo esa ropa responde al sudor, los giros, los estiramientos, etc.

Material

Esterilla: Es preferible venir con esterilla de yoga. Éstas suelen medir unos 180 x 60 cm. Esta medida está pensada para que puedas realizar todas las asanas de manera cómoda y correcta. Si no tienes esterilla, comunícamelo antes y encontraremos una solución. Si sudas y te resbalas en la esterilla puedes traer una toalla pequeña que te ayudará a secarte y a estar más cómodo.

Cintas: Es bueno venir a clase con cintas como las de la fotografía o algo parecido. No las utilizaremos siempre pero si las tienes a mano te pueden ayudar con los estiramientos y con muchas de las posturas.

 

Cintas
Esterilla de Yoga
Cintas

Cuando llegues

Sé puntual.

Aparatos electrónicos: Acuérdate de apagar o silenciar el teléfono, alarmas de relojes etc. para mantener el silencio y la concentración durante la clase.

Cuéntame: Si tienes alguna dolencia o lesión que necesite saber, hazlo antes de clase para que te diga las modificaciones necesarias y poder practicar yoga con cuidado.

Al entrar en la sala: No hagas ruido y habla bajito mientras estés esperando para entrar y una vez estés saliendo de la clase. Recuerda que siempre hay gente practicando en otras salas y el silencio se agradece. Cuanto entres en la clase hazlo con cuidado. Coloca tu esterilla silenciosamente y cuando lo hayas hecho siéntate o túmbate en silencio.

Colocar la esterilla: Al colocar tu esterilla hazlo en silencio y en perpendicular al que está dando la clase. Si eres nuevo puede que te sirva colocarte en segunda fila de manera que puedas ver a alumnos que ya llevan un tiempo practicando. Pon tu material de manera que no moleste al resto.

Haz espacio para los demás: Si algún alumno llega tarde y crees que le puedes facilitar espacio a tu lado, hazlo.

Durante la clase

Balasana: Colócate en Balasana o Posición del Niño siempre que lo necesites. No lo pidas o lo esperes. Si necesitas descansar, toma la posición y reincorpórate cuando puedas.

Si llegas tarde: Ser puntual y empezar la clase a tiempo ayuda mucho a la concentración durante la misma. Los primeros diez minutos son esenciales para el calentamiento y la concentración. Si llegas durante esos 10 minutos está bien entrar en clase. Coloca tu esterilla con cuidado y tómate unos minutos para relajarte y enfocarte en la clase. Si llegas más tarde de diez minutos es posible que sea mejor volver otro día.

Savasana: Savasana es la última postura que hacemos en clase y consiste en tumbarse boca arriba con el cuerpo relajado y los ojos cerrados para poder absorber los beneficios de la práctica del yoga. Ésta es una parte esencial de la clase de yoga asì que relájate por completo y tu profesor ya te avisará cuando tengas que salir de la postura.

Salir antes de la clase: Si en alguna ocasión necesitas irte antes de la clase comunícaselo a tu profesor antes de empezar la clase. Estate atento a la hora y antes de irte túmbate en Savasana por un par de minutos.

Después de clase

Recoge tus cosas: recoge tu esterilla y todo lo que hayas utilizado durante la clase.

Pregunta: Si necesitas aclarar alguna duda que concierna a tu práctica, sientete libre de preguntar a tu profesor.

Mantén el silencio: Mantén conversaciones con tono bajo hasta que te hayas alejado de la sala respetando el ambiente de concentración de la clase ayudando así a los alumnos que acaban de entrar.

Muchas gracias y disfruta de tus clases.

Cris

Written by Cris Aramburo · Categorized: Acción, Blog · Tagged: antes de clase, balasana, cintas, como venir a clase, esterilla, material, preparate, ropa, sala, silencio, toalla, Yoga, Yoga con Cris

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Soy Suficiente

La mente y lo que pensamos influye en como nos sentimos en el cuerpo. Hoy empezamos con una breve meditación en la que hablamos con nosotros mismos para acceder a un estado de suavidad. Acto seguido nos movemos de manera que los hombros y el pecho se abran encontrando espacio sin tensión.

En estos 25 minutos movemos el cuerpo en su totalidad, sintiendo cada esquina ablandarse y encontrando expansión. Nos abrimos a la idea de que sea como sea que estemos, es suficiente acercarnos a la esterilla y movernos con consciencia.

Foco: cintura escapular, hombros, espalda alta, espina dorsal, dolor lumbar, suavidad, apertura caderas, dolor cabeza, insomnio, ansiedad.

Prácticas relacionadas: Suavidad para cuerpo y mente, Un retiro en casa, El poder de la Empatía.

Estimular el movimiento interno

Mucho tiempo sentados, una respiración poco natural, el estrés o la falta de movimiento suave y constante pueden, entre otras causas, afectar al sistema digestivo. Hoy nos dedicamos a estimular los sistemas que permiten al cuerpo recuperar las funciones naturales que tal vez, en estos momentos se estén viendo afectadas por estas razones.
Esta práctica puede ayudarnos a aliviar dolores de espalda, niveles de ansiedad altos, sensación de cansancio o estancamiento. Ven sobre tu esterilla a practicar con la intención de explorar lo que tu cuerpo te cuenta para que cada día puedas darle lo que necesita para mantener el equilibrio. Vista previa de la clase aquí.

Una práctica corta pensada para trabajar aquellos lugares que hacen falta ser activados para entrar en las posturas invertidas con facilidad. Trabajo abdominal, elasticidad y movilidad para ir consiguiendo soltura y seguridad en las posturas invertidas.

Duración: 24 min

Integrar el movimiento para que éste surja desde la base del abdomen guiado por la respiración hace que el movimiento sea inteligentemente eficiente, movilizando energía en el cuerpo sin desgastarse.

Duración: 25 min

Una práctica ligeramente avanzada por el ritmo entre las asanas y los flujos que requieren elasticidad y fuerza a partes iguales.

Duración: 31 min

Práctica de nivel intermedio en el que exploramos apertura de caderas y activación en piernas y brazos para acceder a la postura Galavasana, un balance sobre manos complejo. Esta postura es una propuesta, si no se puede montar la postura, hay otras opciones para todos los gustos. ¡Ánimo y atrévete a salir de tu zona de confort!

Duración: 34 min

Una práctica sencilla para aquellos que queráis un rato de movimiento suave. Apta para todos los niveles de práctica.

Duración: 27 min

En esta práctica trabajamos durante unos diez minutos con Nadi Shodana, o respiración alterna. Este pranayama nos permite devolver el equilibrio al sistema nervioso de manera que podamos encontrar un tiempo para estar en silencio y meditar con mayor facilidad.

Utiliza esta práctica después de tu práctica de Asana, o cuando necesites un momento para observar.

Duración: 20 min

Para muchos la meditación es un área complicada que despierta muchas resistencias. Ésta puede ser una buena práctica para los que estáis empezando a practicar meditación o los que no os atrevéis con ella. Poneros cómodos, atreveros, cerrad los ojos y dejaros acompañar a un espacio de observación. La práctica hace el camino. Daros el tiempo que necesitéis, y seguid practicando.

Duración: 21 min

En esta práctica utilizamos la respiración para acceder a un estado de concentración profundo. Una buena práctica para hacer después de vuestra práctica de Asana o para aquellos que querías investigar en las sutilezas de lo menos visible en la práctica de yoga.

Duración: 18 min