Categorías
Elige tu opción
Categorías

Suscríbete a mis mails

Encontrar la propia voz

Yoga en Madrid LavapiesCreo que la vida tiene una voz. Encontrarla depende de cuánto estemos dispuestos a escuchar. Requiere tiempo, paciencia y la capacidad de ir validando lo que percibimos. Encontrar la propia voz es el camino de la libertad.

Todo se toma su tiempo

Por las mañanas, al despertar, me pongo unos calcetines gorditos porque aún hace algo de frío aquí. Si no llueve, salgo a la terraza y me siento un rato afuera. Por un rato, no hago nada. Me gusta sentir el frío en la cara. En estos minutos siempre hay pájaros cantando y caracoles dibujando líneas por las paredes de casa. Todo va lento y yo me siento a gusto. Me da paz moverme al mismo ritmo que lo que me rodea.

Continúa leyendo o haz click aquí para escucharlo de mi propia voz.

Cada mañana, a forma de ritual, hago mi ronda de saludos. Dedico los primeros minutos de mi día a prestar atención a todo lo que estamos plantando; las semillas que van abriéndose una a una, los huesos de aguacate que están en remojo frente a la ventana de la cocina han empezado a echar raíces y las matas de guisantes que están creciendo en todas direcciones. Cada día, me quedo un rato mirándolas. Cada parte de estas plantas hace lo que tiene que hacer y ocurre todo a la vez. Hay partes de la planta que crea hojas, otras despliegan brazos que buscan un lugar donde agarrarse, y de vez en cuando, aparecen un par de flores. Las flores duran poco y rápidamente se convierten en vainas que se engordan al cabo de unos días. Todo se toma su tiempo. Cada parte hace su función.

Sé que para que la planta se desarrolle depende en gran medida de que pueda agarrarse a algo para poder hacerse fuerte. Esa estabilidad le posibilita seguir nutriéndose y desarrollándose.

Entonces yo, a veces, interfiero. Desde que eran muy pequeñas les he ido colocando guías para ayudarles. Ramas y troncos principalmente. Porque puedo ver donde las hemos plantado y donde van a poder agarrarse después, me es muy fácil indicarles por donde ir. Sin embargo, desde el principio me di cuenta de que el hecho de que se agarraran naturalmente a esas guías no dependía de mi y no había mucho que yo pudiera hacer, en realidad, para que el agarre ocurriera.

Mientras yo me preguntaba por qué éstas no se cogían a mis guías propuestas, por qué parecía que seguían en búsqueda sin aceptar mi ayuda, las plantas de guisantes seguían creciendo y empezaban a agarrarse a otras cosas. A veces a ellas mismas, a veces a la planta de al lado.

Me ha quedado claro desde muy pronto que por muy obvio que a mi me parezca el camino que tienen que seguir, no soy yo la que decido a qué se agarrarán. Y me encanta que sea así.

Todos hacemos nuestro propio camino.

Cuántas veces, yo, he hecho lo contrario de lo que mis padres querían, lo que pensaban que era mejor, lo que era más fácil. Cuántas veces me he visto, y me sigo viendo en situaciones en las que parece que estoy alzando los brazos en busca de una guía, una respuesta, un camino que, por más fácil y cercano que se presente, decido no tomar.

Cuántas veces me he visto escuchando a una amiga, una y otra vez pasando por situaciones parecidas. Cuántas veces desde fuera he podido ver el camino tan claro, tan obvio, y sin embargo, por muchas guías que pudiera ofrecer, he vuelto a ver como esa amiga hacía lo que necesitaba, lo que podía, lo que quería, lo que sabía.

Cuántas veces, yo he sido esa amiga tropezando con las mismas piedras una y otra vez, rodeada de guías y sin agarrarme a ninguna.

clases talleres yoga con cris encontrar la propia vozNo sé si es necesario pasar por todo lo que pasamos, pero es necesario que andemos nuestro propio camino porque en ese andar está la información que necesitamos, las respuestas a las preguntas que laten bajo la piel. Creo que si retrasamos eso, antes o después aparece.

Hacemos lo que tenemos que hacer y en ese hacer, dibujamos la vida como solo nosotros podemos hacerlo.

Solo nosotros podemos hablar como hablamos, sentir como sentimos, entender como entendemos, estar como estamos. En esa forma de procesar la información de forma única está la semilla de la autenticidad. Solo nosotros vivimos nuestra propia vida.

La expresión auténtica.

Tal vez porque he practicado mucho a solas, tal vez porque me he permitido investigar diferentes formas. Tal vez porque hace mucho que dejé de querer conseguir posturas y preferí escuchar lo que mi cuerpo me cuenta en diferentes escenarios. Tal vez porque he tenido muchos y diferentes guías, todo me ha ido acercando más a mi. Cuando me pongo sobre la esterilla estoy solo yo y mi sentir, mi escucha y mi percepción.

Si has estado conmigo en clases o en talleres, supongo que podrás recordar cuántas veces hablo de encontrar el propio movimiento. Como explorar otras opciones para luego hacérnoslas nuestras, entendiendo lo que pasa en nuestro propio cuerpo, con nuestra historia y nuestros patrones.

Igual que en nuestra vida hacemos nuestro propio camino, establecemos las relaciones que queremos y tomamos los pasos que nos sostienen, igual pasa en la práctica.

Podemos acordar que podemos pasarnos la vida repitiendo los mismos patrones, totalmente en la sombra de lo que estamos haciendo. Solo empezamos a cambiar cosas si podemos percibirlas. Para que eso ocurra realmente, vamos a tener que estar cómodos con pasar ratos a solas y ser honestos con nosotros mismos. Querer indagar, mirarnos de frente y tomar las riendas. Desde afuera se nos puede guiar, y mucho, no me malinterpretéis. De lo que estoy hablando aquí es de que llega un momento en el que es imprescindible que alimentemos nuestra propia intuición y le demos valor. (puedes leer más sobre esto en Carta Abierta)

Creo que cuando nos colocamos sobre la esterilla es un lugar perfecto para Asana Savasana yoga con crisdesarrollar la escucha. Nadie puede sentir nuestro cuerpo como nosotros lo hacemos. Nadie puede experimentar lo que es respirar en nuestro día a día. Lleva tiempo, porque lamentablemente, es muy común en nuestra sociedad no saber en qué cuerpo vivimos hasta que nos hacemos daño. Vivimos a menudo muy desconectados de lo que nos pasa y creemos que es normal. Pero afinar la percepción es cuestión de práctica constante y tiempo. Hay cosas que ocurren espontáneamente y nosotros no ponemos el ritmo.

Perderse y encontrarse

Cuando empezamos la práctica en soledad es muy común perderse. Cuando nos hemos acomodado en las guías de otros, la soledad puede hacerse demasiado grande. Si estás en ese momento, tanto en la práctica como en la vida, porque no se separa una cosa de otra, date tiempo.

Busca una forma de decirte que lo que sientes y percibes es válido. Permítete dudar, permítete no saber. Recuerda que este es un lugar de investigación, no hay prisa. Empieza por also sencillo, algo fácil.

retiro yoga con cris practica de yogaToma una decisión, haz un movimiento, haz algo y escucha la respuesta en el cuerpo. Mira si lo que estás haciendo te hace sentir bien, te da paz, te da calma o si lo que estás haciendo te hace daño, te acelera y acorta la respiración o te asusta. Permítete también sentir esa gama de sensaciones.

Recuerda que en explorar todos esos lugares estás aprendiendo a crear tus propias guías. Establecer y aprender el lenguaje de tu propio cuerpo requiere que lo escuches y lo practiques. Mantén la calma y si tienes a alguien en quien confías que te puede dar algo de luz, pregunta. Alza la voz. Antes o después las fichas empezarán a encajar como nunca antes.

Hay una forma sencilla de saber que está funcionando. Si cada vez hay más soltura, más suavidad, menos tensión. Si cada vez te permites hacer más lo que antes no, si te sientes más cerca de ti, si encuentras una sensación de aceptación como si te estuvieras abrazando, más allá del momento vital por el que estés pasando, si te sientes en casa, si da paz, continúa. Ésa es la voz que es bueno seguir. Atrévete.

 

2 comentarios en “Encontrar la propia voz”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Clases Relacionadas

Categorías
Elige tu opción
Categorías

INICIAR SESIÓN

Suscríbeme

Recibe los últimos artículos y entérate de actividades y encuentros.