Categorías
Elige tu opción
Categorías

Suscríbete a mis mails

La gente bella no surge de la nada.

movimiento mundo patio de recreo yoga con crisLas cosas más maravillosas y las pérdidas más duras. Las alegrías más buscadas y los accidentes menos esperados. Las buenas noticias, los desengaños más dolorosos, la calma y la tormenta. Todo eso, todo lo que vivimos, forma parte de nosotros. Es parte de la fluctuación natural de la vida.

De vez en cuando me paro un segundo y contemplo las historias de la gente que conozco. Ninguno de nosotros está exento de sufrimiento ni de momentos difíciles. Del mismo modo, no lo estamos de ser plenamente felices. Podemos decir que vivimos un momento en la historia en la que la vida es mucho más cómoda. Sobrevivir, por así decirlo, es más probable que siglos atrás. Con la evolución de la tecnología y la ciencia, hoy vivimos muchos más años. Somos más productivos y estamos conectados con miles de personas en el mundo. La información recorre el mundo a la velocidad de la luz y voces que antes no se oían hoy tienen cabida gracias a las diferentes plataformas.

La evolución no ha sido gratuita.

Los avances que hemos hecho en una dirección no se han hecho necesariamente en otros. Con la abrumadora cantidad de información que recibimos a diario, las largas horas sentados frente a pantallas y la sobrecarga laboral, la falta de movimiento y contacto con los ritmos naturales, nuestro cuerpo, diseñado para vivir a otro ritmo, hace lo que puede por sostener este estilo de vida que, a la larga, nos agota.

El sistema nervioso sigue teniendo una capacidad limitada de recibir y procesar información. Si la sobrepasamos, éste se colapsa o bloquea ciertas funciones. Es cada vez más común que hablemos de «escapar» para «desconectar», cuando lo que queremos decir es que necesitamos tomar distancia de una vida exageradamente yang, para conectar con un ritmo más lento y paisajes vacíos de asfalto.

Seguimos siendo animales sociales pero las relaciones a día de hoy han cambiado. Con poco tiempo para el

Meditación: Gratitud, volver a tierra
Gratitud, volver a tierra. Clase Online.

encuentro con los seres que nos nutren y nos conectan con la esencia de quienes somos, el contacto con uno mismo también se diluye en una sociedad que comparte constantemente la búsqueda del éxito y de la felicidad.

Hay medicina en todo lo que vivimos.

Si algo he aprendido es que no podemos controlar por completo lo que nos pasa pero sí está en nuestras manos hacernos cargo de lo que nos llega en cada momento. Creo que la forma en que definimos la vida marca la gran diferencia. Para mi, es muy interesante hacerme las preguntas necesarias para conocer cuál es mi percepción.

Mi trabajo es un constante hacerme más sensible para poder percibir lo que antes pasaba por alto. En muchas ocasiones mis reacciones son automáticas; aprendidas o heredadas. Pararme un segundo, cuando sea posible, para revisar desde donde estoy viviendo me permite ser consciente de quien estoy siendo en cada momento.

Todas las emociones y sentimientos humanos son voces que nos cuentan sutilezas sobre nosotros mismos y la forma en que entendemos el mundo.

Podemos escoger vivir en el miedo o cultivar un espacio de seguridad y cuidado que nos permita sostener lo que llegue. Podemos hacernos muy rígidos y duros cuando vengan tormentas y nos duela, o podemos dejarnos sentir, dejarnos hacer y escuchar el dolor. Hay que recordar que todo es pasajero, que todo cambia, que nada es permanente. Que la fortaleza no viene por intentar acomodar todo para que no suframos si no de la calma de saber que podemos sentirlo todo y seguir adelante con un corazón más ancho. Solo así, podemos devolvernos el abrazo, entender por qué sufrimos y darnos espacio para sanar.

La escucha y vivencia de todas las emociones es la forma de honrar la vida que late en nuestro corazón. Creo que requiere valentía adentrarse en esta idea con un corazón abierto. Tener manos cercanas que puedan escucharnos sin juicio es muy valioso. De ahí que establecer este tipo de relación con uno mismo nos sirva para querer construir relaciones que hagan lo mismo y apoyen nuestra forma de vida.

Hay medicina en todo lo que vivimos. Entendido así, salimos de cada experiencia con más poder, más humildad, conscientes de lo que somos, fieles a nosotros mismos.

Fala

Hace tiempo recibí este regalo. Una preciosa Orquídea blanca. Sencilla, honesta, delicada, bella y fuerte al mismo tiempo. La puse en mi ventana para poder verla cada mañana al despertar y recordar que está en mí cuidar de ella como quiero cuidar de los que me rodean y como quiero cuidar de mí día a día. Dándole luz, alimento, escucha y cariño.

Hoy recuerdo estas palabras que leí en uno de los libros de E. Kubler-Ross.

«Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado su forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada.»

Elisabeth Kubler-Ross

Si sientes que el corazón se rompe, no te apures, las grietas son los espacios por los que entra la luz.

Desde aquí, solo puedo agradecer a la vida por estar rodeada de mucha gente bella.

Cris

10 comentarios en “La gente bella no surge de la nada.”

    1. Jajaja! Un «rollo» precioso y que me encanta que hayas escrito y decidido publicar y compartir con todos los que pasan por aquí. Gracias Ceci por tus palabras, tu fuerza, tus ánimos, tus reflexiones y tu generosidad en compartirlo.
      Te mando un abrazo enorme estés donde estés y si pasas por Madrid, acércate a saludar! 🙂

  1. Buenos días Cris! No vivo en Madrid, pero descubrí tu blog hace un mes aproximadamente y me parece muy instructivo, sencillo y accesible. Gracias por ello
    En relación al post, decirte (si se me permite) que me resulta muy tierno y está tan lleno de razón, que me ha dibujado una sonrisa en la boca. Si es que nos cuesta mucho ver los fallos que cometimos o seguimos cometiendo, descubrir lo que somos capaces de hacer o no hacer y saber aceptar las consecuencias de estos actos cuando vemos que pueden afectar a nuestro día a día o, y lo que resulta más duro, ver como afecta a otras personas. Con esto, seguimos creciendo y aprendiendo, intentar hacernos mejores personas.
    Así pues, gracias por compartir este fragmento y tus palabras. Un abrazo

  2. Buenos días Cris! No vivo en Madrid, pero descubrí tu blog hace un mes aproximadamente y me parece muy instructivo, sencillo y accesible. Gracias por ello 🙂
    En relación al post, decirte (si se me permite) que me resulta muy tierno y está tan lleno de razón, que me ha dibujado una sonrisa en la boca. Al igual que en la vida experimentamos alegrías, penas y pérdidas, nos cuesta mucho ver los fallos que cometimos o seguimos cometiendo, descubrir lo que somos capaces de hacer o no hacer y saber aceptar las consecuencias de estos actos cuando vemos que pueden afectar a nuestro día a día o, y lo que resulta más duro, ver como afecta a otras personas. Con esto, seguimos creciendo y aprendiendo, intentar hacernos mejores personas.
    Así pues, gracias por compartir este fragmento y tus palabras. Un abrazo

  3. Mirando tu blog encontre este post que hiciste y me ha hecho sonreir otra vez, Espero que tu orquidia este despertando y que te de suerte en tus proyectos.

    1. Sí, muy cierto y precioso para recordar. Todo lo que hemos vivido, mejor o peor, forma parte de nosotros y nos hace quien somos hoy. No tiene sentido querer borrarlo. Todo es para bien.

  4. JAVIER ALONSO

    Al final hemos conseguido que lo vuelvas a escribir ja, ja!! somos un poco pesados!! Pero es que es tan cierto todo lo que acabas de decir…..

    Un beso enorme

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Clases Relacionadas

Categorías
Elige tu opción
Categorías

INICIAR SESIÓN

Suscríbeme

Recibe los últimos artículos y entérate de actividades y encuentros.