Descripción:
Si miramos a la naturaleza, la forma predominante es la espiral. Las raíces de los árboles, las marcas en los troncos, la posición de los pétalos… La forma espiral es altamente resistente y ayuda a compactar fuerzas. En nuestro cuerpo también hay una serie de fibras que recorren el cuerpo en espiral haciendo que podamos movernos en diferentes direcciones.
Estas direcciones son naturales en la vida salvaje, pero es posible que en nuestro entorno domesticado dejemos de movernos en estas direcciones. Hoy exploramos como se unen estos tejidos en nuestro cuerpo y nos movemos desde ese lugar. Buscamos torsiones activas, sensación de posibilidad y ligereza. Acabamos con unos minutos de pranayama para asentar todo.
Necesitas: Un bloque (opcional)