Tanto en la práctica de yoga como en las artes marciales orientales se habla del concepto «enraizar». Aunque esta idea es amplia, entendemos que un cuerpo que no consigue conectar con la tierra, pierde el equilibrio con facilidad. Una mente que no encuentra tierra, se pierde en el pasado o en el futuro con dificultad de estar en el aquí y ahora. La tierra nutre, el corazón descansa.
Durante esta práctica abrimos la musculatura en la planta de los pies y la parte posterior de las piernas de modo que consigamos esta sensación de conexión con la tierra en flujos en posturas de equilibrios sobre un pie. Esta activación será también necesaria en las posturas donde los pies están en el aire.
Necesitas: Una manta fina o un trocito de papel, un bloque.
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