Categorías
Elige tu opción
Categorías

Suscríbete a mis mails

Yoga más allá de la esterilla

movimiento mundo patio de recreo yoga con crisSi no sabes como llevar tu práctica de Yoga más allá de la esterilla, tu práctica se está quedando corta. Además, no estás aprovechando todo lo que te puede dar. La práctica de Yoga es amplia. La práctica de Yoga tiene mil formas y colores. Ya sabemos que no es solo una práctica física. Hay una filosofía y una medicina detrás que cada vez es más apoyada por nuestra medicina y psicología moderna. Lo que a muchos les daba miedo empieza a ser respaldado por una sociedad en busca de respuestas para combatir la enfermedad que nos cuesta aceptar.

Puedes seguir leyendo o escuchar la entrada contada por mi, aquí.

Una práctica física

Podemos acordar que la inmensa mayoría de la población occidental llega al yoga a través de la práctica física. El movimiento, las asana y los flujos.

No digo que le pase a todo el mundo, pero es muy común que, en las primeras clases, nos tensemos, no consigamos esa sensación de calma y delicadeza que vemos en quien da la clase o la que nos pensábamos que conseguiríamos. (Escribí una entrada sobre la diferencia que hay entre lo que esperamos del yoga y lo que pasa realmente y el camino que es necesario que hagamos, y la puedes leer aquí)

A todas y cada una de las personas que han venido a clase por primera vez conmigo les he dicho: «Vuelve. La segunda clase será muy diferente.» A las que están en las clases online, igual. «Date la oportunidad, hay que pasar las primeras barreras para llegar a lugares nuevos. Y si abandonamos, nunca llegamos.» Y es así. Los que vuelven, los que prueban una vez más, antes o después encuentran la comprensión y la calma.

Con suerte, el resultado global de la primera experiencia sea positivo para hacernos volver, porque, seamos sinceros, ¿quién vuelve a algo que le duele, que le molesta, que le sienta mal…? Bueno, voy a dejar la pregunta para otro momento porque en realidad muchos volvemos a hacer cosas que no nos sientan muy bien, hasta que aprendemos algo mejor.

Pero por el momento, pongamos que estamos algo más sanos y que nos guía lo que hace bien. Y entonces, volvemos a practicar yoga.

Qué pasa cuando practicamos

Lo digo mucho. Cada vez que practicamos, al menos las primeras veces, nos enfrentamos a movimientos y yoga con cris establece la práctica de yoga en casaposturas diferentes. Con las cuales tenemos que mantener el equilibrio y nos vemos desafiados.

Lo que ocurre por debajo de la piel es que el cerebro y el sistema nervioso tiene que, de manera relativamente rápida hacer frente a una demanda que no esperaba, y muchas veces, que ni siquiera había imaginado posible.

Esto hace que el sistema entre en un estado de alerta con una descarga bioquímica específica que baña el cerebro. Mantener este estado de alerta es beneficioso si lo podemos hacer por un periodo corto. De manera óptima nos ayudará a fijar nuevos ejercicios, prestar atención y responder rápidamente. Este estado tiene muchas intensidades y será diferente para cada uno. Para algunos puede significar diversión, para otros puede llegar a ser un estresante que genere pura ansiedad haciendo que en realidad, progresar sea cada vez más difícil.

Con el tiempo todo se suaviza

En parte sí. Con el tiempo y la práctica, lo que al principio nos costaba se va aprendiendo. No solo el cuerpo se va abriendo a su tiempo (si lo hacemos bien) si no que el cerebro asume el aprendizaje.

La teoría es que cuando aprendemos algo ese sistema de alerta se puede relajar y dejamos de estar en alerta. Cuando damos algo por sabido, por conocido, nos acomodamos.

vinyasa. fluidez y estabilidadEl sistema nervioso busca la eficiencia y no puede prestar atención a todo constantemente así que asume lo que cree que necesita y basta. Es importante que recordemos esto porque cuando damos por sentado muchas cosas, la mente se cierra, el sistema nervioso se «adormece». Perdemos la capacidad de asombro, la habilidad de prestar atención al detalle y el mundo se vuelve un lugar muy «seguro» pero también muy aburrido.

Automatizar cosas es muy útil para ciertas situaciones, pero si de lo que hablamos es de despertar la conciencia, es necesario que seamos algo más humildes, y practiquemos el asombro. Para ver más opciones, otras formas de vida, otras formas de hacer. Esto lo enlazaré con el post de la semana que viene porque creo que si miramos a nuestro mundo hoy, es necesario y urgente que empecemos a hacer cosas de manera diferente.

No fijamos toda la información que recibimos

Volviendo al tema. No fijamos toda la información que recibimos, ni mucho menos, pero absorbemos más de la que nos pensamos. No la hacemos consciente porque sería demasiado, pero la dejamos aparcada en otras zonas y esta información tomará fuerza en ciertos momentos de nuestra vida. La práctica de meditación aquí toma una importancia abismal. (Puedes escuchar sobre ello aquí.)

¿Pero qué es lo que fijamos? ¿qué es lo que en realidad, aprendemos con mayor facilidad?

Ponlo así. El cerebro tiene la capacidad de reestructurarse. Un aprendizaje nuevo, es una nueva organización cerebral. Pero no aprendemos todo, ¿verdad? Ya me gustaría. Pero no. Podríamos decir que de algún modo el cerebro decide si asume un aprendizaje o no. Por lo general, lo que le causa un efecto intenso, lo fija. Y hay muchas cosas que aprendemos por experiencias intensas. Seguro que ahora estás pensando en alguna.

Se ha comprobado que lo que al cerebro le divierte, lo aprende y fija con mayor facilidad. Y eso sí está, en parte, bajo nuestro control.

Cada vez que hacemos algo pensando que es duro, que es un aburrimiento, que nos genera confusión, estamos creándonos barreras para que el cerebro aprenda algo y lo pueda llevar a cabo. Se lo estamos poniendo más difícil y por ende, más difícil a nosotros mismos.

Sin embargo, si decidimos encontrar la forma de divertirnos con lo que estamos haciendo, disfrutar, sentir placer con lo que hacemos, entonces, nos lo estamos poniendo fácil.

Abrete a la posibilidad

Es tan común ver en clases de yoga gente queriendo llegar a lugares que no llega, gente distraída o sufriendo. mundo como patio de recreo yoga con crisEs normal, nos hemos creído que sin dolor no hay recompensa, estamos hasta arriba y centrarnos en el momento presente se nos hace mucho más complicado de lo querríamos.

La próxima vez que te pongas sobre la esterilla, mira si lo puedes hacer con una actitud de observación y de humildad para poder asombrarte. Comprométete a descubrir algo que no habías visto o sentido nunca antes. Haz algo diferente. En vez de ir a las posturas más avanzadas, hazlas más pequeñas. En vez de hacerlo todo tan pequeño prueba a hacer algo que consideres fuera de tus límites.

La proximal vez que te pongas sobre la esterilla disfruta, encuentra el placer y la diversión. Imagina que es un lugar totalmente desconocido y en ve de decir «no puedo», «qué dolor» o «no puedo hacer esto», di, «Mira lo que acabo de encontrar».

Es posible que a tu práctica le esté faltando más flexibilidad, y no se trata tanto de lo que pase en el cuerpo sino de la capacidad mental de percibir lo que dimos por sentado alguna vez.

Cada vez que nos ponemos sobre la esterilla tenemos una posibilidad de entrenar lo más profundo de nuestros sistemas. No lo pases por alto. La práctica de yoga va más allá de tu esterilla.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Clases Relacionadas

Categorías
Elige tu opción
Categorías

INICIAR SESIÓN

Suscríbeme

Recibe los últimos artículos y entérate de actividades y encuentros.